Ideas falsas sobre neurociencia y educación

Cuando en el lenguaje popular se habla sobre cómo funciona el cerebro, surgen multitud de ideas falsas, como que solamente utilizamos un porcentaje mínimo del mismo, u otras similares. Pero en el campo educativo también sucede que muchos docentes manejan en su día a día con los alumnos algunas creencias falsas en relación con nuestra mente. Si en el ámbito general sería bueno corregir estos errores, en el terreno de la educación resulta imprescindible que los formadores no basen su trabajo sobre premisas falsas en relación a cómo funciona el cerebro de los estudiantes.

En esta entrada del blog comentaremos brevemente tres de estos errores muy comunes. Una versión más ampliada puede encontrarse en inglés aquí.

1.- Los estudiantes aprenden mejor si se les enseña teniendo en cuenta sus diferentes estilos de aprendizaje. Falso.

Una de las ideas sobre el cerebro falsas que más está implantada en el mundo educativo es la de que los alumnos tienen distintos estilos para el aprendizaje: unos serían más «visuales», otros más «auditivos», etc., y que personalizar la enseñanza según el estilo de aprendizaje preferido para cada alumno mejoraría el aprendizaje. Pues bien, lo cierto es que no hay estudios que avalen esta idea.

2.- Las diferencias en el uso de los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro por parte de los alumnos pueden ayudar a explicar las diferencias individuales que observamos en ellos. Falso.

Otra idea falsa sobre el cerebro muy implantada es que hay individuos que son más fuertes en el uso del lado izquierdo del cerebro (por lo que se muestran más analíticos y lógicos) y otros lo serían en el uso del lado derecho (y resultarían más creativos), y que esta diferencia debe tenerse en cuenta en educación. Aunque es cierto que algunas funciones cerebrales se sitúan en uno de los hemisferios del cerebro y no en el otro, lo cierto es que no puede decirse que los individuos tengan predominancia de un lado sobre el otro.

3.- Hacer tablas de ejercicios de coordinación corporal ayuda al aprendizaje.

Sí es cierto que la práctica habitual de deporte y ejercicio físico tienen un impacto significativo en la mejora de las habilidades cognitivas de los estudiantes y en sus funciones cerebrales, como ya sabían los clásicos (mens sana in corpore sano). Lo que no es cierto es que los ejercicios de coordinación corporal del tipo de tocar el tobillo izquierdo con la mano derecha, y luego el derecho con la mano izquierda, etc., ayuden a «despertar» el cerebro.

 


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